Fuente: Sergio Marcús
No existe una barrera clara entre scalping y swing cuando se trabaja en intradía. Os puedo decir que en mi primer cambio de scalper a swing trader, mis operaciones pasaron a ser de apenas 1 minuto, a operaciones de 10-15 minutos. ¿Es eso swing trading? Para mí desde luego que lo era, pues multipliqué por 15 la duración de mis operaciones. Pero para los swing traders de operaciones con una duración media de 5-6 horas les parecía un scalping de lo más atrevido.
Lo que es evidente es que el swing trading es una operativa mucho más relajada y sin unas exigencias tan extremas para el operador. Se buscan recorridos largos del precio, y para ello se le deja mucho más plazo temporal al mismo. Eso implica, a su vez, que para obtener rentabilidades similares al scalping los apalancamientos (y por lo tanto los riesgos) asumidos no deban ser tan elevados, cosa que atenúa mucho la tensión emocional de las operaciones.
Después, y siguiendo con el swing trading, más allá del intradía, está el trading overnight, que consiste, como la propia palabra indica, en dejar abiertas posiciones de un día para otro. Esta es probablemente la operativa que la mayoría de la gente tiene en la cabeza cuando habla del genérico “invertir en bolsa”. Y aunque también sea trading, está mucho más enfocada a una mentalidad inversora a medio-largo plazo.
En cualquier caso, y para terminar, hay que ser consciente que existen muchas maneras de hacer trading, y cada cual debe ser capaz de encontrar la que mejor se adapta a sus circunstancias. Incluso hay traders que combinan las diversas modalidades, llevando a cabo sesiones de scalping para tomar operaciones y pasándose al swing trading cuando se trata de dejar correr parte de las posiciones abiertas con filosofía scalping si aprecian que el recorrido a favor puede alargarse en el tiempo.